Globalmente el cáncer colorrectal representa la tercera causa de muerte por cáncer. Cerca del 20% de los pacientes tienen metástasis sincrónicas en el momento del diagnóstico y hasta el 50% de ellos desarrollan metástasis hepáticas en algún momento durante el curso de su enfermedad. Se dice que cerca del 85% de los pacientes con enfermedad en estadio IV acuden con metástasis hepáticas consideradas como irresecables en el momento del diagnóstico. Estos pacientes cuentan con una supervivencia media aproximada de 6-9 meses cuando no reciben tratamiento, y hasta el 35% de cinco años cuando son llevados a resección con márgenes negativos. Se han descrito múltiples técnicas para el tratamiento local de las metástasis hepáticas por cáncer colorrectal basadas en ablación (radiofrecuencia, crioablación, ablación por microondas) o perfusión (quimioembolización, radioembolización, aplicación de quimioterapia directamente sobre la arteria hepática). Cada una de estas técnicas muestra ser efectiva dentro de su ramo; sin embargo; no hay estudios comparativos que establezcan las indicaciones precisas y los beneficios de cada una sobre las otras. Actualmente el único tratamiento validado en el escenario de la enfermedad hepática metastásica no resecable por cáncer colorrectal continúa siendo el tratamiento sistémico con quimioterapia, reportándose una pobre supervivencia a largo plazo. El principio de la perfusión hepática aislada se basa en proporcionar altas dosis de agentes quimioterapéuticos en infusión a través de la circulación hepática en condiciones de hipertermia, con el objetivo de proporcionar un máximo efecto antitumoral, limitando la toxicidad a nivel sistémico mediante un evento de exclusión local temporal del flujo vascular hepático.
La importancia de evaluar esta herramienta terapéutica es que, con excepción de la resección quirúrgica con márgenes negativos, cualquiera de los tratamientos actuales alcanza tasas de supervivencia global demasiado pobres en el escenario del paciente con enfermedad hepática metastásica no resecable por cáncer colorrectal.
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